¿Pelo con raíces grasas y puntas secas?
Aunque pueda parecer contradictorio, tener las raíces grasas y las puntas secas al mismo tiempo es una condición capilar más frecuente y habitual de lo que piensas
De hecho, son muchas las mujeres a las que les ocurre esto y algunas pueden no saber exactamente cómo hacer frente a esta circunstancia.
Si crees que eres una de ellas, no te preocupes porque, a continuación, te damos las claves para tratar este tipo de pelo sin ningún inconveniente. Y ¡tranquila!, porque tiene solución.
¿Cómo debes tratar las raíces grasas y las puntas secas?
Normalmente, a este tipo de cabello se le denomina mixto, puesto que tiene partes grasas y otras secas. Para lavar este pelo, se requieren cuidados especiales y concretos.
Lo importante es que te hagas con productos que son adecuados para tu tipo de cabello.
Utiliza un champú para raíz grasa y puntas secas
En primer lugar, debes lavar tu cabello con un champú específico para un pelo de raíz grasa y puntas secas.
Te recomendamos que te encomiendes al poder del carbón magnético, la nueva gama de Original Remedies. Gracias a las propiedades purificantes y desintoxicantes, actúa como un imán para atraer el sebo, las toxinas e impurezas, dejando el cuero cabelludo limpio y el cabello hidratado. Comienza aplicando el champú (también en formato sólido), que atrae el 99% de impurezas y a continuación aplica el acondicionador de esta misma gama para hidratar el cabello en profundidad sin dejar un efecto graso. Puedes finalizar tu rutina con la mascarilla: en un solo minuto conseguirás un pelo sedoso que dura hasta 72 horas.
Otros consejos para tratar el pelo con puntas secas y raíces grasas
Además de estas recomendaciones anteriores, también te aconsejamos que tengas en cuenta otros aspectos para tratar las puntas secas y raíces grasas.
- Frota el cuero cabelludo con suavidad para evitar, así, el efecto rebote de la producción de grasa por parte de los folículos pilosos de la cabeza.
- Al lavarte el pelo es fundamental que elimines el exceso de humedad con una toalla, sin frotar excesivamente, ya que esto dañaría el cabello.
- Si vas a moldear después con un secador o plancha, recuerda aplicar un protector de calor que te protegerá de estas agresiones.
- Fíjate en la composición de la espuma o de los geles moldeadores. Utiliza estos productos solamente donde quieres dar forma al cabello y, una vez que los hayas empleado, elimínalos evitando que queden residuos, ya que estos podrían contribuir a engrasar el cabello. Además, también puede disminuir la humedad que necesita la fibra capilar.
¡Sigue estos consejos y consigue una melena suave e hidratada desde el minuto 1!